Tanta carne y yo sin muelas.
Tanto cuero y yo sin zapatos.
Vete por la sombra, porque el sol derrite los bombones.
Estás tan buena que te comía y me cosía el culo pa' no cagarte.
Si fueras el diablo, ¡cómo me gustaría estar en el infierno!
¿Qué está pasando en el cielo que se están cayendo los ángeles?
¡Cómo avanza la tecnología que hasta las flores caminan!
Eres como la lluvia finita que no moja, pero empapa.
¡Me gustas más que los guisos de mi abuela!
Me gustaría ser patata frita para acompañar ese lomo.
Tu madre debe ser pastelera porque un bombón como tú no lo fabrica cualquiera.
Ni aunque el cielo fuera de papel y los océanos de tinta, tendría lugar para escribir lo que me haces sentir.
Si Cristóbal Colón te viese, diría: «Santa María, pero qué Pinta tiene esta Niña».
Yo podría mandarte flores, pero si te miras en el espejo, podrás ver la más hermosa.
¡Quién fuera eterno para poder amarte toda la vida!
No soy soldado, pero haría muy gustoso todas las misiones especiales que me pidiesen en un cuerpo de élite como el tuyo.
Desearía ser una lágrima tuya... para nacer en tus ojos, vivir en tus mejillas y morir en tus labios.
Le pedí a Dios una flor y me dio un jardín, le pedí un árbol y me dio un bosque, le pedí un buen motivo para vivir y me dio tu nombre...
Por la mañana no desayuno porque pienso en ti, al mediodía no almuerzo porque pienso en ti, por la tarde no meriendo porque pienso en ti, y por la noche no duermo, ¡porque tengo hambre!
Cuando estás conmigo se me hace la boca agua y cuando no estás conmigo se me hacen agua los ojos.
Tus ojos son mi cielo, tus labios son mi mar, tu cuerpo es la tierra en la que yo quiero habitar.