Cuando vayas a la playa,
no te tumbes en la arena,
pues te pueden confundir,
con una bella sirena.
Si tú fueras un árbol,
yo sería enredadera,
para tenerte en mis brazos
hasta el día en que me muera.
Del cielo bajó un pintor
para pintar tu figura,
pero no encontró pintura
para tanta hermosura.
¿Cómo quieres que te olvide,
si cuando quiero olvidarte,
me olvido del olvido
y comienzo a recordarte?
Entre rosas he nacido,
entre espinas moriré,
pero a ti, cariño mío,
yo jamás te olvidaré.
Chata, yo por ti me haría pirata.
No por el oro ni por la plata.
Si no por ese tesoro
que tienes entre las patas.
El cielo está nublado,
está a punto de llover
igual que están mis ojos
cuando no te puedo ver.
Al poco de conocerte
ya me empezaste a gustar
y ahora que te conozco
yo no te puedo olvidar.
Cada vez que pienso en ti
lloro tanto, tan de veras,
que los vecinos de abajo
se quejan de las goteras.
Tus dos ojos son mi cielo,
tus dos labios son mi mar,
y tu cuerpo es la tierra
en la que yo quiero habitar.
Si escuchas mil campanitas
sonando a tu alrededor,
no te asustes niña bella,
que el sonido lo hago yo,
porque cuando estoy contigo
me retumba el corazón
al ritmo de una canción.